martes, 3 de julio de 2012

Abuela

Hoy he sentido como todo se desvanecía en mis manos... Mirarla y ver como sale el pelo blanco de nuevo debajo de la peluca color castaño, por culpa de un puto cáncer. Sus ojos azules ya no son del mismo color, mi color, mis ojos salen por ella... se desvanecen con el tiempo, con todo lo que entra en el cuerpo al cabo del día... Ese cuerpo que tenía veloz, ya no es el mismo. Ya anda cojeando, de medio lado, y debido a las asquerosas pastillas y la radio, no puede salir al sol, ni ir a la playa con el abuelo a pasear en la orilla... que es lo que más le gusta a ella... Ver todos los medicamentos que ha tomado, que los prepara cada noche, los revisa una y otra vez para que al día siguiente no tenga que pensarlo mucho... que ha pasado esas putas semanas de quimioterapia, y ahora, más y más tratamientos. Radioterapia. Salimos a las 19:30 de casa, y llegamos a una gran sala de espera en el hospital. Unas treinta personas, todas con cáncer. Llegan allí para la radioterapia. Cientos de cánceres diferentes, tienen toda la mierda encima, no se sabe lo que se les pasa por la cabeza en esa etapa de su vida.
Lo he pasado mal, y sigo pasándolo mal. Tengo miedo, sé que ella está bien, después de todo lo que ha pasado... pero ya es mayor. He visto como me contaba los cuentos antes de dormir, como venía a verme cada vez que estaba enferma, y ahora, lloro como una niña pequeña, porque sé que en unos años se me va de las manos, ella, mi abuela.
Ahora, soy yo quien cuida de ella, quien va a verla cuando está enferma, quien va a la tienda cuando ella está en cama y quien la acompaña para que se ponga buena.Todas las noches voy a decirle un simple "buenas noches abuela" acompañado de un beso en la mejilla, y ella, automáticamente me devuelve un beso, y dice "si Dios quiere". Cada vez que salgo algún día me asomo a la puerta y le digo que me voy, y ella solo me dice que tenga cuidado, que no hable con nadie, que el mundo está lleno de "mangantes". Aunque parezca una tontería, es verdad... También me recuerda la palabra de la bisabuela Ana, su madre, a la que no llegué a conocer. Talento, donde haya una señorita bien puesta, que se quiten las tonterías. Eso decía.
Lo he pasado mal, y ahora mismo lo sigo pasando mal. Las lágrimas de los ojos están a punto de salir cuando me doy cuenta que no, que mi abuela Rocío no dura para siempre. Tiene 75 años, desde el 26 de mayo de este año. A veces resulta pesada cuando viene a verme una y otra vez, pero poquito a poco me doy cuenta que no, que solo viene por mi bien. Se hace mayor cada vez más rápido, y la primera vez que la vi llorar se me echó todo encima. Entonces solo quieres que te trague la tierra, porque no sabía que hacer. ¿Un abrazo? No lo sé, en ese momento solo sabes decir: "Abuela, tranquila, abuela..."
Eres pequeña y nunca jamás sabrás que ese momento llegaría...
Ahora le quiero más que a nadie, porque para mi es la mejor. Te quiero abuela.


lunes, 2 de julio de 2012

Ridículo.

Puede parecer ridículo que ahora mismo quiera llorar, patalear y sacar fuera con un abrazo todo lo que llevo dentro y quise sacar hace tiempo. Con una simple canción todo cambia, quizás sea el que la canta, quizás lo que canta... Nunca se sabrá el misterio de la música. Puede parecer ridículo que al montarme en el tren me pongo a pensar en todo lo que tengo a mi alrededor, y me olvido de todo. Cierro los ojos y todo parece mi mundo creado por mi en 23 minutos exactamente. Me aconsejaron que escriba todo lo que esté pensando ahora y sinceramente lo que estoy pensando es que mañana tengo que estar en Córdoba a las diez de la mañana, que a las dos del medio día me vengo, que después dormiré la siesta como marmota que soy, y que después me iré de piscina a pasar el rato. Lo odio. Odio tener que planearlo todo, que ni en verano se pueda ser libre y que siempre estemos atados a algo. Quizás no sea mi mejor entrada, y solo la vea ella, pero me da igual, me siento libre haciendo esto, algo que esa misma persona me enseñó. Esa persona que no puedo estar ni un solo día sin hablar con ella, que es la que me da la sonrisa cada día y con la que quiero pasar parte de mis días, por no decir todos. Si digo la verdad, puede sonar lésbico esto, pero no, la quiero de una forma diferente que las amigas se quieren, pero también de una forma diferente que se quieren las lesbianas. Y sí, puede parecer muy basto, pero me da igual. Es un amor diferente.
Lo está pasando super mal, y mi corazón y mi cabeza sin pensarlo también lo pasan mal. Me da igual que me diga que no lo pase mal por ella, que ese dolor se lo come sola, pero sé que si me tiene un poquito más cerca cada día lo pasará un poquito mejor, aunque solo sea una mini parte.
No sé como lo hago, pero siempre que empiezo una entrada de estas hablando de un tema, termino hablando de ella. Será que la quiero demasiado.
Tenemos nuestras peleas por WhatsApp, por tuenti e incluso en persona. Pero en un rato lo arreglamos.
Tenemos nuesta canción de Pol, pero ahora, te dedico esta letra que ya sabes de quién es:


Si estoy solo tu me acojes eres mi fiel compañía,
me hablas sincera y me esperas cuando empieza el día.
Mi guía, mi faro de Alejandría, si me ves perdido
te miro y elimino la tristeza en un suspiro.

Das sentido a mi existencia, tú desobediencia,
tú, sola presencia merece mi reverencia,
tú me diste un don, fuiste mi espada,
siempre encerrada en tu prisión si la inspiración faltaba.

Desde la nada me abrazas, no prohibes ni amenazas
tan romántica y auténtica, tú nunca te disfrazas
como un hada y un verdugo firme escudo en la batalla,
tú, a quién acudo si otros fallan.

Me das retos, aventuras y responsabilidad,
me das éxito y dinero me quitas la intimidad,
me exiges crear, me haces temblar, soñar, me curas
me eliges para hablar si las calles están mudas.

Me desnudas con ternura y siento tu tacto y tu olor,
si te veo volar libre entre la voz de un cantautor
eres Ópera y Flamenco, eres todo lo que tengo y te amo,
mientras brotas entre las notas de un piano.

Y me desintegras pintando estas noches negras,
me alegras, me invades, me evades, alejas las tinieblas
y me resucitas siempre, nunca me mientes
eres el recipiente donde lágrimas se vierten.

Eres Tango y eres ritmo vives en do, re, mi, fa
impredecible compás cuando te vistes de Jazz,
llegas y me das ógixeno, mi único somnífero
si el mortífero estrés tensa mis músculos, discípulo

de tu inmensa maestría cuando no te conocía,
como podía vivir sin percibir tu melodía
fuiste mía y solo mía en mis horas de miseria,
compones la banda sonora de esta tragicomedia.

Tú reina entre mil reyes, cumbre de mis valles,
me levitas y asi evitas que tanto odio me ametralle
tú, si eres Hip-Hop muestras denuncia y carisma,
pero te vistes de clásica y sigues siendo la misma.

Eres tú, mi suerte, eres tú, tan fuerte, eres tú, tú, tan diferente
surges y de repente la vida olvida a la muerte.
Imposible de tenerte si naces de un pentagrama,
si el drama yace en mi cama me abres enormes ventanas,

tu llama jamás se apaga, luz de eterna juventud
cuando llores punteando una guitarra de Blues.
Eres tú, la rabia sucia y rasgada de Kurt Cobain
el compromiso sincero de Marvin Gaye,

la grandeza de John Coltrane improvisando con el saxo,
la mirada niñada en los ojos de Michael Jackson.
Y es que tu son me sedujo, tu luz me dejo perplejo y caí,
reviví como el sol en forma de Soul y R&B

bebí de tí el elixir y resistí los golpes,
si fui torpe encontre por fin mi norte, mi soporte.
Entre acordes de Mark Knopfler redobles de Hanckock Herbi,
de Vivaldi hasta Elvis, desde Verdi hasta Jack Berry.

Inmortales piezas musicales hacen que el tiempo se pare,
estallan como bombas provocando ondas letales
de esperanza, de aliento y vida, mi gran amiga
solo tu haces eficaces todas las frases que diga,

mi balanza, mi paz, mi druida, en la fatiga
solo tu haces realidad los sueños que yo persiga.
Y es que sin ti no hay destino, solo piedra y mil caminos,
sin ti, soy un mimo temblando en el camerino.

Pero tu acojes mis voces si me ves desorientado,
y bailas conmigo un Vals igual que dos enamorados.
Eres la llave inmortal que abre este mental presidio,
desde Tiste-tutanclan hasta el ójala de Silvio.

Envidio el poder que impones en canciones
despiertas mis emociones, con creaciones de Ennio Morricone.
Sensaciones sin control cuando eres Rock n' Roll,
el erotismo de un bemol en la voz de Diana Krall

el solo de guitarra eléctrica que el silencio rompe,
la armónica que esconden las manos de Steve Wonder.
Te vi dónde todo acaba y Nada Sira con Black Sabbath
respiras vida con la calma que inspira Bob Dylan,

oscilas y posees a James Brown mueves su cuerpo,
junto a Freddy Mercury, Ray Charles jamás habrán muerto.
Y es cierto da igual que suenes con un arpa o un acai,
con la clase de Frank Sinatra o de Barry white.

Eres la métrica enigmática que envuelve mi ser y lo salva,
el idioma con el que los dioses hablan, eres música.


Te quiero.

Todo cambió.

Ya está, todo ha cambiado. Sin darme cuenta, cada vez soy más rebelde, pero en el fondo sigo siendo la niña dulce con aquellos que quiero. Suele ser ridículo esperar los quince, pero llegan en menos de dos meses. Y después de los quince, los dieciséis, y más adelante toca madurar completamente, aunque no se llega a eso nunca, y en fin, hacerse mayor del todo. Quiero pedir perdón, porque ahora justamente, en este momento de mi vida estoy dando el cambio. No sé si para bien o para mal, creo que del bien y el mal hay una mezcla. Sobretodo perdón a esa persona que le doy un mal día por alguna palabra mal dicha y un poco más alta que la otra, por no saber aceptar sus consejos y pasar un rato de todo. Pero lo que más me gusta es que luego si no puedo hablar un ratito con esa persona, yo no puedo vivir, porque es especial para mí. Que le echo de menos veinticuatro horas al día, viéndole todos los días, pero es inexplicable. Es un amor distinto. Gracias.
Una vez más, te quiero.

Soy así.

Soy así. Me gusta el chocolate con pan, pasear con la abuela por el campo, ir a dar un paseo en bici. Dormir, llorar de alegría, besar, abrazar, querer, amar...
Adoro dormir, comer, jugar, reir, bailar, gritar, correr bajo la lluvia, tumbarme en el césped a escuchar música y soy una viciada al amor.
Soy bipolar. Bipolar porque río, y a la nada lloro. Porque te digo te quiero, y a los diez minutos te odio. Porque me gusta lo que tengo, y a veces no quiero existir.
No quiero nada más, no le tengo envidia a nadie y mi personalidad es mía.
Me da coraje que me copien y me río de la gente que hace el payaso para creerse guay.
Los chonis me dan risa, y los que se convierten, también. Soy más de las personas normales, aunque cada uno tiene su estereotipo de normal.
Hace dos años no me hablaba con nadie, ahora todo el mundo me cae bien. Soy feliz, aunque no me gusta estudiar.
Odio el inglés, las matemáticas, física y química, y todo lo relacionado con el instituto.
Me gusta pasear, y saludar a la gente aunque no la haya visto en mi vida.
Adoro la cerveza, el whisky y el ron. Me gustan las fotos, los chistes malos, los niños pequeños...
Como todo el mundo, odio Dora la exploradora y viendo Mickey Mouse pronuncio las palabras mágicas para que aparezcan sus fricadas.
Me encanta Bob Esponja, Los Simpson son la leche y me parto con Modern Family.
Así soy yo! Que me encanta vivir la vida tal y como es.

Amor

No sé qué llamarte. Si decirte amigo, si decirte persona con la que sueño poder besar... No sé si sólo eres compañero o simplemente eres una estatua sonriente para dar ilusión o simplemente quitarla.
No sé si llorar por ti, reirme de ti, o ambas cosas. Pensar en ti, imaginarme el mundo contigo o simplemente amarte por encima de todas las cosas.
No sé si eres mi vida, si tu amor se apodera de mi o ni es amor ni nada.
No lo sé, sólo me dedico a esperar y más esperar.
Te quiero, sólo es lo único que sé que siento. Cada vez más siento el deseo de amarnos mutuamente, de besarte, de poder mirarme a pocos centímetros de mi boca.
Muchos me preguntan que qué es para mi el amor. Lo que sé es que mi amor eres tú, mi persona para darle todo el amor que llevo dentro, eres tú, porque a veces sin saber por qué, te necesito.
Llorar en silencio y sonreir al mundo cada día, es lo que me queda.
No quiero rosas rojas por San Valentín ni grandes Restaurantes lujosos; solo te quiero a ti. Tu forma de pensar, de mirar, de sonreir, tu forma en si.
Tu cuerpo, mi cuerpo, nuestros cuerpos... Te quiero, pero sé que a la vez el sentimiendo de amarte es más fuerte todavía.
A veces siento que poco a poco te acercas, que quieres tener mi dosis de felicidad todos los días posibles, pero luego, así, sin más... En un pequeño chasquido todo se va.
Aquí estaré.
Una vez más, te quiero.